AVISO IMPORTANTE

AVISO: Las informaciones contenidas en este blog pueden desentrañar importantes aspectos del argumento, incluso del final de la película en cuestión.

sábado, 20 de diciembre de 2008

Felices Fiestas!!! y no dejes que te toquen el güigüischu

En estas fechas en las que los balcones se llenan de colgantes "Papás Noel", las calles de luces sincopadas, las tiendas de gente que gasta dinero que no tiene y las mesas de cosas que no deberíamos comer, mis Álter Ego y yo deseamos que podáis superar estas fiestas sin demasiados traumas, cosa que, a la vista de las circunstancias, no sé si yo mismo conseguiré, aunque empeño le pongo.

Send your own ElfYourself eCards



¡¡¡FELICES FIESTAS!!! Y disfruta ahora si puedes, que vete tú a saber si 2009 será mejor.

sábado, 15 de noviembre de 2008

El Experimento (No es bueno que el hombre esté solo ¿o sí?)

Hasta ahora hemos hablado de muchos aspectos que influyen en la conducta humana, pero no habíamos tocado el propio hecho de relacionarse con otras personas. Somos seres sociales, necesitamos estar con los demás y aceptamos unas normas de convivencia que nos facilitan esa relación. Todos tenemos que ceder un poco en nuestras aspiraciones para no perjudicar las aspiraciones de los demás, pero este pequeño sacrificio tiene su recompensa. Abraham Maslow dijo que después de lo que facilita nuestra supervivencia y la seguridad, la afiliación, el estar con los demás, es lo que más nos motiva.

Pero estar con los demás contribuye en ocasiones a modificar nuestra conducta, a veces de manera sorprendente. Para tratar de estos aspectos relacionados con la dinámica de grupos pensé primero en comentaros "El Señor de las Moscas", pero después me decidí por la no menos interesante película alemana “El Experimento”, que nos servirá también para hablar de otros estudios sobre Psicología Social.





FICHA TÉCNICA


Título original: Das experiment

Año: 2001

Duración: 120 min.

País: Alemania.

Director: Oliver Hirschbiegel

Guión: Mario Giordano (Novela "Black Box"), Christoph Darnstädt, Don Bohlinger.

Música: Alexander van Bubenheim

Fotografía: Rainer Klausmann


Reparto:

Moritz Bleibtreu: (Tarek Fahd / prisionero 77) El complejo Baader Meinhof, El destino de Nunik, El elgido, Las partículas elementales, Munich.

Christian Berkel: (Steinhoff / prisionero 38) El otro, El hundimiento.

Justus von Dohnanyi: (Berus)

Andrea Sawatzki: (Doctora Jutta Grimm) El otro, El hundimiento.


Argumento:

Un grupo de veinte hombres, se presentan voluntarios para realizar un experimento sobre la conducta. Estarán en una cárcel simulada, a ocho les asignan el papel de guardia, los otros doce harán de reclusos. Se trata de ver cómo asume cada uno su papel.

La situación, que comienza como un juego, no tarda en degenerar, utilizando los guardias una violencia desproporcionada y escapando al control de los organizadores, que ven que la situación es más interesante cuanto más se complica, pero que no aciertan a ponerle fin a tiempo y cuando lo intentan ya es tarde.

Es muy interesante ver cómo las personas se transforman según el papel que asumen y conforme evoluciona la situación, asistiendo a un duelo de poder entre Tarek, el prisionero 77 y el guardia Berus, un pusilánime al que el mando le viene grande.



Comentarios:

Quizás podríamos pensar que ésta es una de las muchas películas carcelarias de acción que existen, pero en ella es muy interesante comprobar cómo los personajes van experimentando todo un abanico emocional, desde la alegría inical hasta la ira final, pasando por asco, sorpresa, miedo, tristeza y ansiedad, todo lo cual desemboca en tremendo estrés que desencadena la agresividad.

Pero lo más sorprendente de esta historia es que está basada en hechos reales. Bueno, en realidad está basada en la novela Black Box, de Mario Giordano, que a su vez se basa en el conocido Experimento de la Cárcel de Standford.

En 1971 Philip Zimbardo, profesor de la Universidad de Standford, realizó un sorprendente experimento. Quería comprobar cómo personas normales reaccionaban de manera diferente cuando se les sometía a un entorno controlado en el que debían adoptar papeles opuestos.

De veinticuatro estudiantes voluntarios, se asignó al azar a doce de ellos como carceleros y a los otros doce como reclusos, en una prisión simulada que estaba en los sótanos de la Facultad de Psicología.

A los guardias se les dotó de un equipo completo, incluido uniforme, porra y gafas oscuras para impedir el contacto visual. Y a los prisioneros se intentó privarles de todo lo que supusiese un recuerdo con su "vida" anterior. Esta despersonalización incluía llamarse por un número, vestir solamente un camisón y chancletas, etc., exactamente igual que en la película.



El resultado, no sé si sorprendente, fue aterrador. Al poco tiempo de estar en esa situación, una población indistinguible que había sido separada al azar, se convirtió en dos poblaciones absolutamente diferenciadas en su manera de actuar, adoptando papeles autoritarios unos, que trataban con sadismo a los otros.

Hubo motines y actuaciones violentas, que hicieron que el experimento se tuviese que cancelar a los seis días, cuando tenía una duración prevista de dos semanas.

Zimbardo, psicólogo optimista, llega a una conclusión consecuente con su naturaleza: Todos tenemos una parte buena y una mala que nos sirven para reaccionar ante buenas o malas situaciones.

Muy adaptativo, pero escalofriante si pensamos que los que infringieron torturas en Abu Ghraib, Guantánamo o en los campos de exterminio nazi, por citar sólo algunos ejemplos, quizás no eran unos monstruos, sino personas como nosotros pero en una mala situación. Es decir, que lo aterrador es que probablemente cualquiera de nosotros sería un monstruo si se diesen las circunstancias adecuadas.

Mira la entrevista que Eduard Punset hizo al propio Zimbardo en el programa Redes.



El otro trabajo al que se refieren es el sorprendente experimento sobre el comportamiento de la obediencia que hizo Stanley Milgram, un psicólogo de la Universidad de Yale, en el año 1961. Se trataba de estudiar la capacidad de los sujetos para obedecer órdenes, aunque fuesen en contra de sus principios.

En un supuesto estudio sobre el aprendizaje, los sujetos experimentales se distribuían en dos papeles: alumno y profesor. El profesor debería de leer al alumno una lista de pares asociados de palabras (por ejemplo viento - fuerte, casa - hogar, o cosas así). Después de leer la lista completa el profesor iría diciendo sólo uno de los elementos del par, dando tres opciones de respuesta entre las que el alumno debería elegir al correcta. Si fallaba se le debería dar una pequeña descarga eléctrica, aunque de orden creciente, a cada fallo la descarga sería mayor, debiéndolas administrar siempre el profesor.

Os pongo unas escenas de la película francesa "I comme Icare" en las que se escenifica este esperimento con algunas de sus variaciones.




Al principio de la sesión se hace un "sorteo" para asignar aleatoriamente los papeles. Lo que no sabe el sujeto experimental es que el sorteo está amañado y que en todas las papeletas pone "MAESTRO" y que su pareja será en realidad un cómplice de los experimentadores que cuando coge su papeleta dice que le ha tocado "ALUMNO", pero que en realidad no recibirá ninguna de las descargas que administre el maestro. Sólo actuará para dar mayor realismo a la situación, emitiendo quejidos de dolor crecientes a medida que le van aumentando las descargas.

Una vez asignados los papeles se les suministra a los dos una descarga de 45 voltios, para que comprueben lo que van a sentir. Y acto seguido cada uno ocupa su puesto. El alumno sentado tras un panel conectado a sus electrodos. Y el maestro, convencido de su responsabilidad, sentado frente a la consola que gobierna las descargas, con su lista de preguntas y teniendo al lado a un experimentador. El maestro no sabe que él es en verdad el único sujeto experimental y lo que se están estudiando son sus reacciones.

Los experimentadores pensaban que la mayoría de los maestros llegaría a suministrar unos 130 voltios y allí se pararía. Sólo los muy sádicos serían capaces de llegar al máximo de 450 voltios.

En la realidad, al llegar a los 75 voltios, los maestros se ponían nerviosos ante las quejas y súplicas crecientes de los alumnos, pero cuando querían parar, el experimentador que estaba a su lado les decía de manera seria, pero sin subir el tono ni alterarse, cosas como "Es necesario que usted continúe". El proceso se repetía hasta cuatro veces. A la quinta protesta del maestro de no querer seguir, el experimento se detenía.




Bien, el caso es que ningún maestro se detuvo antes de los 300 voltios, cuando ya el alumno casi no daba señales de vida. Y el 65% de ellos llegó a administrar el máximo de 450 voltios. Obteniéndose resultados similares cuando el experimento se realizaba con hombres o con mujeres, aunque éstas referían haber alcanzado un mayor nivel de estrés.

Parece pues que en determinados entornos uno puede acceder a cumplir órdenes que van contra sus propios principios y el negarse a la injusticias no siempre es psicológicamente fácil cuando la orden llega desde una autoridad establecida, pensemos en los casos que se intentan explicar por la Obediencia Debida.



El propio Milgram comprobó esto en una variación que hizo de su experimento, realizándolo en una entidad comercial en vez de en una universidad. En este caso el investigador no parecía estar investido de la misma autoridad y la obediencia decreció a casi el 47%.


Otras variaciones que se hicieron ya las hemos visto en las escenas de "I comme Icare". Cuando hay contacto con la persona a la que se está infringiendo dolor, la obediencia disminuye. Y cuando una tercera persona interviene apoyando al maestro en sus deseos de parar el experimento, también disminuye la obediencia a la autoridad.

En resumen, la situación influye enormemente en nuestra conducta. Y respecto a un grupo, lo que hacen los demás, lo que los demás esperan de nosotros, lo que nosotros pensamos que los demás esperan y nuestra posición respecto al líder del grupo, van a ser factores esenciales para determinar nuestra conducta, con lo que el supuesto "libre albedrío" es algo que queda muy en entredicho.

Esto lo podemos extrapolar a todos los campos. A veces el contexto social puede ayudarnos a sacar lo mejor de nosotros, pero a veces también lo peor. Por eso, antes de criticar un hecho censurable de alguien deberíamos pensar qué hubiésemos hecho nosotros en su situación, aunque probablemente no podríamos conseguir esa abstracción de no experimentar nosotros mismos la situación en sí.

En fin, esto es todo por hoy. Si te interesó "El Experimento" y quieres que te avisen cuando lo emitan por televisión, pulsa este enlace.

Saludos,



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domingo, 26 de octubre de 2008

Hard Candy (Las niñas buenas van al cielo, las malas a todas partes)

Hay muchos factores que influyen en nuestra manera de ser. Es curioso que una persona apacible pueda ser un conductor agresivo, o que un tímido apocado pueda ser un jefe tirano.

Internet es uno de esos factores y la conducta en la red es una de las cosas que más me interesan, por lo menos me llama mucho la atención. Es notable el cambio que algunos experimentan cuando se conectan a Internet para mantener algún tipo de relaciones sociales. Cuando hablo de estos asuntos siempre me acuerdo de “El Rey enamorado”, un tema de Les Luthiers, los geniales cómicos argentinos. Resumiendo, el rey de la historia se enamora de María, una plebeya. Quiere casarse con ella, pero si lo hace tendrá que renunciar al trono. En sus tribulaciones hace una interesante reflexión: “¿El trono o María?, al fin y al cabo, el trono lo quiero para posarme sobre él, y satisfacer mis deseos, los mas sublimes y los mas perversos, en cambio a María la quiero para .... caramba, ¡qué coincidencia!”.

Para algunos Internet es su trono, aquello que le permite satisfacer deseos ocultos amparados por el más absoluto anonimato. Lo que me lleva a una reflexión: ¿infringiríamos las leyes si supiésemos que nadie iba a ser capaz de descubrirnos?. O afinando más aún: ¿seríamos fieles a los principios que pregonamos si contásemos con un anonimato asegurado?. ¿Qué piensas tú?.

Para reflexionar sobre todo esto he decidido emplear la película “Hard Candy”, un impactante thriller psicológico que profundiza en la relación de dos internatutas bastante atípicos, afortunadamente.




Ficha técnica:

Dirección: David Slade. Fue su primer largometraje, posteriormente ha hecho 30 días de oscuridad.

País: USA.

Año: 2005.

Duración: 103 min.

Género: Thriller psicológico.

Interpretación:



Guión: Brian Nelson.

Producción: David Higgins, Richard Hutton y Michael Caldwell.

Música: Molly Nyman y Harry Escott.

Fotografía: Jo Willems.

Montaje: Art Jones.

Diseño de producción: Jeremy Reed.

Dirección artística: Felicity Nove.

Estreno: en USA, 14 Abril 2006. En España, 12 Mayo 2006.

Premios:

Mejor Película, Mejor Guión, y Premio del Público en la edición de 2005 del Festival Internacional de Cine de Cataluña, Sitges.


Argumento:

Jeff (Patrick Wilson) es un fotógrafo de 31 años que ha conocido en un chat a Hayley (Ellen Page), una estudiante de 14 años.



Jeff confiesa estar sorprendido por la madurez de la niña, aunque también está convencido de que su porte de adulto mundano, fotógrafo de modelos conocidas, tiene impresionada a Hayley. Está orgulloso de la admiración que por él siente su joven amiga y no se sorprende cuando ella le pide que le haga unas fotos, aceptando ir a casa de él sin ningún temor y sin avisar a nadie de su familia de lo que iba a hacer.


Allí Jeff le ofrece un refresco, pero Hayley quiere algo más fuerte y prepara ella misma unos combinados. A partir de ahí, el fotógrafo, que estaba sorprendido por la madurez de la niña, se sorprende de muchas cosas más. Cuando se despierta atado descubre que ella le ha drogado y piensa que está jugando con él. Pronto se da cuenta de que no es un juego, sino una venganza. Hayley le acusa de ser un pedófilo, de buscar niñas por Internet para luego abusar de ellas. Siendo el responsable de la desaparición de una de sus amigas.


La joven le explica cómo siguió sus pasos por la red y él se da cuenta cómo de ser acosador, paso a ser acosado.

Jeff tiene en principio explicaciones para todos sus actos, pero tiene que ir confesando sus mentiras ante los irrebatibles argumentos de la perspicaz y sorprendentemente cruel Hayley.



Crueldad que parece que llega a su límite cuando la niña decide, armada de un libro de cirugía y con una bolsa de hielo como toda anestesia, castrar al fotógrafo, que a estas alturas ya se cree todo de su antes angelical interlocutora. Incluso no se sorprende cuando ella le enseña los testículos en sendos vasitos y luego los echa al triturador de basura que los digiere con un terrible sonido.



Pero esta muestra de crueldad no es la única. Los sofisticados planes de la niñita van bastante más lejos y poco a poco los va ejecutando con fría precisión ante los atónitos ojos de Jeff y los del propio espectador.

Si no has visto la película y por lo que he contado, igual piensas que todo desemboca en una historia “gore”. Nada más lejos de la realidad. Si aparece alguna mancha de sangre es circunstancial.

Bueno, y por si de verdad no la has visto no te cuento el final, merece la pena que lo veas tu mism@.


Curiosidades:

Según cuenta David Higgins, el productor: "La idea original surgió de un artículo que leí sobre chicas adolescentes en Japón que estaban entablando relaciones con hombres mayores que ellas a través de Internet; cuando el hombre mayor queda con la joven, ésta y varias amigas suyas le están esperando para asaltarle y darle una paliza. Pensé que sería una toma interesante donde quedaría palpable el papel del depredador y el de la presa. Después pensé que sería más interesante si se tratara de una única chica haciendo eso, una chica persiguiendo a tipos que cazan jovencitas a través de Internet".

Comentarios:

Para mí, lo importante en este film es la evolución en la actitud de los personajes. Está fenomenalmente retratada. Cómo el apuesto y seguro fotógrafo pasa a ser un pelele en manos de una niña que cada vez va adquiriendo más fuerza.

Jeff pasa de estar henchido de orgullo a experimentar una impactante sorpresa, a la que le sigue un interesante abanico emocional, ira, miedo, tristeza y desesperación. Ya sabéis que las emociones son adaptativas, pero él poco puede hacer, está atado, y cuando hace algo se equivoca. Hayley tiene el control en todo momento.

Ella ha pasado de actuar de manera ingenua, aunque con cierto desenfado, a ser la que maneja los hilos de la trama con espeluznante frialdad. A esta sensación de seguridad que desprende el personaje, quizás contribuya el hecho de que Ellen Page en realidad tenía diecinueve años cuando se rodó la película.

Pero como os decía antes, independientemente del interesante estudio psicológico que se puede hacer de los personajes, quiero aprovechar también la trama para tratar el tema de las relaciones virtuales.

Como hemos visto, Internet constituye un nuevo marco de relaciones sociales, sentimentales, laborales, académicas, lúdicas...

Lo que voy a comentar seguidamente es este último aspecto, el lúdico, en el que buscamos relacionarnos por el mero hecho de conocer gente o pasar el rato.

Cuando interactuamos con otras personas normalmente tenemos en cuenta ciertas reglas de convivencia. Tratamos a la gente como esperamos que nos traten a nosotros y este respeto mutuo es fundamental para la relación.



Por otra parte, cuando nos relacionamos con las personas siempre estamos presentando una imagen de nosotros mismos, la imagen por la que queremos que los demás nos reconozcan.

Pero en Internet hay un importante factor desestabilizador, el anonimato. Si no queremos, nadie tiene por qué saber quienes somos en realidad. Y además hay una falta notable de censura y control, que es algo que contribuye a hacer muy atractivo al medio. Pero… ¿esto que implica?, pues que si alteramos esas reglas de convivencia no pasa nada, que podemos hacer prácticamente lo que se nos ocurra y que podemos dar la imagen que queramos de nosotros mismos. Acordaros del trono de Les Luthiers. Internet es el trono.

Como psicólogo todo esto me interesó mucho y en 2002 inicié un estudio sobre el tema. Entre cuestionarios y entrevistas “on line” obtuve datos de más de 100 personas, que me suministraron la información de manera anónima y desinteresada.

Mi propósito era publicar mis investigaciones, cosa que aún no he hecho, pero os comento algunas cosas que, por otra parte, sé que no son demasiado originales. Cualquiera que se conecte a un chat de Internet puede comprobarlo.

¿De qué maneras se relaciona la gente en Internet?. Pues fundamentalmente utilizando los siguientes sistemas:

- Mensajería instantánea.
- Chat en sala (hablado, escrito o ambos, con o sin webcam).
- Videoconferencia, comunicación en privado, bis a bis.

Como ya hemos dicho, el anonimato es una característica esencial del tipo de comunicaciones que estamos analizando. Pero ¿en qué afecta el anonimato a estas relaciones?. Pues, junto con la intimidad que normalmente acompaña a este tipo de actividades, hace que la persona sea más desinhibida. Ello puede hacer que:

- La persona se sienta más propensa a abrirse a los desconocidos con los que pueda coincidir, contando cosas que a veces no sabe ni la propia familia.

- En ocasiones la persona no actúa como es, sino como le gustaría ser. Es por ejemplo el caso de los tímidos que en la red son mucho más lanzados.

- En otras ocasiones ocurre a la inversa, en la realidad se oculta la verdadera manera de ser, pero en la red no hace falta esconderse, así que allí es el único sitio en el que la persona se muestra como de verdad es.

Por estas razones muchas veces se dice que a veces es más fácil conocer por Internet cómo es una persona auténticamente. Pero hay que tener mucho cuidado con eso, porque muchas veces ocurre todo lo contrario.

Lo cierto es que todo esto origina una especie de complicidad entre los interlocutores que hace que este tipo de relaciones sean muy intensas, lo que ocasiona una fascinación que mucha gente sea entusiasta de ellas.

Y todo esto, respecto a una faceta tan importante de nuestra conducta como es el sexo, tiene interesantes consecuencias. Sabemos que un gran volumen del tráfico en Internet tiene un origen sexual, pero no voy a hablar de las visitas a páginas eróticas. Quiero referirme al cibersexo, a las relaciones sexuales mantenidas por la red.

En mis entrevistas sobre la conducta virtual les preguntaba a los sujetos si habían hecho por Internet algo que no hubiesen hecho en la realidad. Muchos afirmaron haberse exhibido desnudos y masturbado ante desconocidos, lo que les había resultado una experiencia muy excitante. El anonimato, la intimidad y una webcam son una mezcla explosiva. En todo caso constituyen una curiosa manera de satisfacer las necesidades sexuales sin arriesgar demasiado. Con tal de no mostrar la cara todo vale.

Otros comentaban que en la red pueden expresar tendencias sexuales que no muestran en la realidad cotidiana. Por ejemplo, un hombre que me dijo que tenía 46 años, que estaba casado, con hijos y vivía en un pueblo pequeño en el que era muy conocido, me contó además que también le atraían los hombres, pero en su entorno nadie lo sabía, sólo se atrevía a expresar su faceta homosexual en Internet.

Algunos menos afirmaban que les excitaba tener relaciones sexuales con su pareja, delante de la cámara sabiendo que eran vistos por otras personas.

Confieso que es tan amplio el abanico de posibilidades con el que me encontré, que en muchas ocasiones tenía dudas sobre si se trataban de fantasías legítimas o de parafilias.

Bueno, el caso es que si uno se mete en un servidor de chat y echa un vistazo a los directorios, verá que la mayoría de la oferta y las salas más pobladas están en la sección de adultos y concretamente en las dedicadas al sexo.

En el año 2004 hicimos en el Centro Asociado de la UNED en Baleares un curso que se llamaba “Drogas y Salud”, en el que presenté una ponencia sobre los mecanismos de la adicción. Se llamaba “Del tabaco a Internet. Aspectos psicológicos de las adicciones”.

Allí les puse unas imágenes para ilustrar lo que os digo. Me metí en el servidor de chat de Yahoo, que por esa época era ya bastante popular. Entre las zonas de usuarios más pobladas que encontré estaba “Internet y computadoras” que tenía dos salas abiertas con una persona en cada una. Es decir que no podían ni hablar entre sí.


En el resto el ambiente era parecido. Excepto en la zona de adultos que estaba lleno de salas y con muchas de ellas completas. Sus nombres no dejan nada a la imaginación. Mirad la imagen que saqué entonces.


Y al entrar en la primera sala te encuentras al personal alborotado. Una chica tiene su cámara conectada, deja que todos la vean mientras baila insinuándose. No enseña nada, lo que aún les excita más.


Sinceramente no sé cómo acabó la cosa, pero probablemente para la chica fuese una experiencia tan excitante como para sus admiradores, los cuales seguramente se escandalizarían si alguien les preguntase sobre su conducta voyeur.


El caso es que esto es como el juego, vas probando, probando y si tienes suerte algo pillas, lo que te sirve de recompensa. Es un proceso aleatorio en el que aprendes que si persistes, tarde o temprano llega el premio, con lo que puedes llegar a engancharte cada vez por más tiempo.

En fin, estos son sólo algunos ejemplos, pero nos sirven para entender el mecanismo que rige las relaciones por Internet y por qué muchas personas se hacen adictas a esta actividad, sea sexual o meramente social.

Teniendo en cuenta lo que hemos visto hasta ahora, podemos entender por qué la gente se puede hacer adicta al cibersexo, pero también puede haber una adicción a las relaciones por Internet, principalmente al chat.

Nos encontramos en una situación apropiada, anónima e íntima, que favorece una revelación mutua, haciendo que la imaginación complete la falta de información que tenemos sobre la otra persona y la complete normalmente de manera beneficiosa para el interlocutor. Le imaginamos como nos gustaría que fuese. En muchos aspectos le idealizamos. Esto hace que a veces se den casos de auténtico “amor platónico” que sólo dura hasta que se produce el encuentro “real”, del que ya hablaremos.

Si la experiencia persiste se crea un lazo afectivo que desemboca en una necesidad mutua.

¿Estos lazos afectivos implican infidelidad a nuestra pareja “real”?. Volviendo a mi estudio, bastantes de mis entrevistados casados, afirmaban no tener la sensación de haber sido infieles a sus parejas por haber mantenido relaciones fuertemente afectivas, e incluso sexuales, con otras personas sólo por Internet.

La mayoría hablan de “mundos diferentes”, de estar simplemente realizando una fantasía en la que no se transgreden las normas. Aunque en muchas ocasiones, esa fantasía puede hacerse realidad si se concreta un encuentro. Entonces ¿qué pasa?. Pues que la fantasía virtual se puede convertir en adulterio real.

De todas maneras y como ya había comentado, el encuentro “cara a cara” es toda una prueba de fuego. Cotejar la “magia” virtual con la “realidad” personal suele ser bastante complicado. Implica una confirmación del tipo de relación o una tremenda desilusión. El contacto físico es bastante complicado en estas ocasiones, hay falta de costumbre y muchas falsas expectativas creadas. Además es difícil traducir las emociones virtuales a reales.

Este aspecto también me interesó bastante. Inspirado en las experiencias que me contaron escribí un pequeño cuento sobre el tema, se titula Djan.

Para terminar os voy a poner el típico TEST DE ADICCIÓN A INTERNET. Lo podéis encontrar en muchas versiones, pero normalmente es así:

1) ¿Dedica más tiempo del que cree que debería a navegar por la red?
2) ¿Piensa que tendría un problema si redujera el tiempo que pasa en Internet?
3) Se han quejado sus familiares de las horas que dedica al ordenador?
4) ¿Le resulta duro permanecer alejado de la red varios días seguidos?
5) ¿Se resienten sus relaciones al pasar muchas horas conectado al ordenador?
6) ¿Existen áreas o archivos de la red a los que se encuentra difícil resistirse?
7) ¿Tiene problemas para controlar el impulso a adquirir productos y servicios ofertados en la red?
8) ¿Ha intentado, sin éxito, reducir su uso?
9) ¿Extrae gran parte de su placer vital del hecho de estar conectado a la red?


Cada pregunta se contesta con un Sí o un NO y al final se contabilizan las respuestas afirmativas.

Resultados del test

Entre 0 y 3, es un usuario sin problemas

Entre 4 y 6, es un usuario de riesgo

Entre 7 y 9, es un usuario con problemas de adicción


En estos usuarios con problemas, la convivencia “real” normal, incluso la familiar puede verse afectada.

Si tienes tiempo te recomiendo que leas un interesante cuento sobre estos aspectos. Se titula “Ruth” y tranquilo, esta vez no es mío.


Y por último una frasecita que se me ocurrió en su día meditando sobre el tema de las relaciones virtuales y que sirve para refundir la película que hemos visto con todas las reflexiones posteriores que hemos hecho:

En Internet no creas nada de lo que leas y sólo la mitad de lo que veas”.

Bien, esto es todo por hoy. Cuando publique mi estudio ya os contaré más cosas. Mientras tanto, si quieres que te avisen cuando emitan Hard Candy por televisión, pulsa en este enlace.

Saludos.



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lunes, 13 de octubre de 2008

Réquiem por un sueño (lo que no querrías saber sobre las drogas)

Cuando haces campañas de prevención a veces tienes la tentación de emplear recursos impactantes, fundamentalmente imágenes. Accidentes aparatosos en las de tráfico, cánceres en las del tabaco o personajes degradados en las de las drogas. Esto es un arma de doble filo, pues las imágenes desagradables no nos gustan, tendemos a apartar la mirada y el mensaje no llega.

De todas maneras, de vez en cuando conviene remover un poco las conciencias, así que hoy os traigo una película un tanto dura para hablar sobre el tema de las drogas, pero ya veréis que se le puede sacar mucho partido. Se trata de “Réquiem por un sueño”, una película de la que quizás lo que más os suene, no es un chiste, es su excelente banda sonora.

Con ella aprovecharé para hacer un cine forum, igual que con “Crash”, pero en esta ocasión os daré algunas respuestas, las mías, a los puntos de reflexión. Si vosotros tenéis algo más que añadir ya sabéis que éste es un espacio abierto.

Recordad también que si queréis algo más “blandito” sobre este tema le podéis echar un vistazo a “28 días”.


FICHA TÉCNICA

Título original: Requiem for a dream

País y año: USA, 2000.

Director: Darren Aronofsky (la película suya que más me ha impactado es Pi, fe en el caos)

Guión: Hubert Selby Jr. Adaptado de su propia novela del mismo título.

Protagonistas:

- Ellen Burstyn (en “W.”, la última película de Oliver Stone, interpreta el papel de Bárbara Bush. También hemos podido verla en The wicker man, La fuente de la vida, La telaraña de Carlota, en diversas producciones de televisión y en series como Ley y Orden).

- Jared Leto (El señor de la guerra, Alejandro Magno, La habitación del pánico, American Psycho, Inocencia interrumpida, El club de la lucha, La delgada línea roja)

- Jennifer Connelly (La veremos junto a Keanu Reeves en el remake de Ultimatum a la Tierra, que se estrenará en diciembre. La podemos recordar en Un cruce en el destino, Diamante de sangre, Juegos secretos o La huella, entre otras).

- Marlon Wayans (Pequeño pero matón, Ladykillers, Scary movie 1 y 2, Experimento chiflado…).

Música: Clint Mansell (también ha compuesto la música de otras películas de Aronofsky, como Pi o La fuente de la vida). Seguro que conoces su excelente tema “Lux aeterna”, leitmotiv de esta película.

Fotografía: Matthew Libatique (igualmente, también trabajó con Aronofsky en Pi y La fuente de la vida)

Duración: 102 minutos.

Premios: Lo más notable quizás sea la nominación de Ellen Burstyn como mejor actriz en la edición de los Oscar de 2001.


Argumento:

Harry (Jared Leto) es un joven como tantos otros. Vive en los suburbios de Nueva York. Está muy unido a su novia Marion (Jennifer Connelly) y a un amigo, Tyrone (Marlon Wayans). Los tres consumen drogas, aunque su relación con esas sustáncias no es demasiado problemática, sólo las emplean para colocarse de vez en cuando.

La situación no sería demasiado complicada si no fuese porque ninguno tiene trabajo y Harry tiene que empeñar habitualmente las pertenencias de su madre, Sara (Ellen Burstyn), para conseguir droga.

Sara es viuda y su existencia, triste, está mediada por su gran afición a los concursos de televisión y por la relación con su hijo que se le está yendo de las manos.


Planteada esta situación, asistimos a dos historias paralelas que se entrecruzan. Por un lado la de Harry, su amigo y su novia. A ellos se les ocurre dar un golpe de timón a su vida y triunfar de una manera fácil. Pretenden comprar una cantidad de heroína, cortarla y revenderla ganando el doble de lo que invirtieron. Procedimiento que seguirán hasta que consigan una buena partida que les retire de las calles y Marion, que es diseñadora de modas, podrá montar su propio negocio.


Su plan parece funcionar y durante un tiempo el dinero no para de ingresar, lo que les proporciona un acceso fácil a droga de buena calidad. Pero la desafortunada coincidencia de una lucha entre bandas y el aumento de la presión policial, les hace perderlo prácticamente todo cuando ya se habían acostumbrado a ello.

Su anteriormente idílica existencia se reduce ahora a intentar encontrar la cantidad suficiente de droga para pasar el día. Se ven obligados a plantearse cualquier recurso que les ayude a conseguir la sustancia, al precio que sea.



Por el otro lado, la historia de Sara es aún más impactante. Un día recibe una llamada que le avisa que ha sido seleccionada para salir en uno de los programas de televisión que ella sigue. La ilusión de su vida puede verse cumplida y quiere estar bien para cuando ocurra. Tiene que perder unos cuantos kilos para salir guapa en pantalla.

Le cuesta seguir un régimen para perder peso, así que recurre a un médico del que la han hablado, que emplea unas pastillas que te hacen no pensar en la comida.


Los comprimidos son a base de anfetaminas. Sara está feliz, animada y pierde peso. A medida que progresa el tratamiento va encontrando que las pastillas no le hacen tanto efecto como antes, así que aumenta la dosis por su cuenta, cayendo en una sobredosificación que la lleva a la psicosis.


Bien, no os voy a contar nada más de la película. Si la habéis visto ya sabréis cómo termina la historia y si no, tampoco es muy difícil de imaginar. Convendréis conmigo en que el argumento parece un poco forzado y exagerado. Me refiero a que a un grupo de personas es difícil que tantas cosas les vayan tan mal al mismo tiempo, pero es que si no nos lo contasen así la historia no sería tan impactante. Además, también he de deciros que conozco casos peores, así que no nos rasguemos las vestiduras y vamos a ver algunos puntos interesantes.


Puntos de reflexión para el debate:

- ¿Qué sabes de las drogas?.
- Si se sabe que las drogas tienen efectos negativos ¿por qué se siguen consumiendo?.
- Si las drogas son tan perjudiciales ¿por qué hay tanta gente de prestigio que las utiliza?.
- ¿Cuál es la droga más peligrosa?.
- ¿Qué diferencia hay entre tolerancia, dependencia y síndrome de abstinencia?.
- ¿Cuáles son las fases de la adicción?.
- ¿Por qué ha bajado el consumo de heroína?.
- Si el problema es la situación asociada a la ilegalidad ¿por qué no se legalizan?.
- ¿Por qué se habla de drogas ilegales si el consumo no está penalizado?.
- Si el tabaco es legal ¿por qué no lo es la marihuana?.
- Si los nativos del altiplano andino necesitan consumir “coca” ¿por qué se dice que es tan mala la cocaína?.
- ¿Es verdad que el éxtasis líquido es un medicamento y que tiene muchos menos problemas que el éxtasis en pastillas?.
- ¿Los medicamentos son drogas?.
- ¿Son malos los tratamientos de adelgazamiento?.
- ¿Qué postura debemos tomar frente a alguien que decide consumir drogas?.
- ¿Qué es la “reducción de daños”?, ¿es efectiva?.
- ¿Cuál es la mejor manera entonces de hacer una prevención efectiva?.

Bien, medita un poco sobre estos puntos y seguidamente mira si estás de acuerdo conmigo:

- ¿Qué sabes de las drogas?. En general creemos que tenemos un conocimiento suficiente. Es mucha la información que sobre el tema hay a nuestro alrededor y tendemos a dar por sentado que con eso basta. En realidad no sabemos tanto como creemos, fundamentalmente porque bastantes de esas informaciones que manejamos no son absolutamente ciertas. Muchas veces son datos sesgados e interesados.
Según la Organización Mundial de la Salud, “Droga es cualquier sustancia que provoca en el individuo que la consume cambios de conducta, de carácter y, sobre todo, pérdida de libertad para dejar de consumirla”. Son muchas las sustancias que entran en esta definición y muchos los efectos que pueden producir en el organismo.


- Si se sabe que las drogas tienen efectos negativos ¿por qué se siguen consumiendo?. Lo primero que tenemos que reconocer es que las drogas tienen un efecto agradable y placentero que es sumamente atractivo. Este efecto además es inmediato, con lo que se refuerza positivamente la conducta del consumo.
Por el contrario, los efectos negativos que todos sabemos que tienen, se presentan mucho después que los positivos. Esta dilatación temporal hace que se le pierda el miedo a la sustancia y que aunque asumamos que el efecto negativo llegará, confiemos en que pase mucho tiempo hasta que eso ocurra. “Ya sé que el tabaco mata lentamente, pero como yo no tengo prisa…”.
Además, una vez que se ha establecido la adicción el consumo se realiza prácticamente sin pensar, por lo menos sin meditar sobre ello.


- Si las drogas son tan perjudiciales ¿por qué hay tanta gente de prestigio que las utiliza?. Es cierto que muchos intelectuales y artistas consumen este tipo de sustancias, incluso alardean de ello o les atribuyen parte de su proceso creativo. Bien, cada uno es libre de hacer con su cuerpo lo que quiera, y si se tiene el dinero suficiente y la posibilidad de acceder a sustancia de calidad, puede que la relación con las drogas no se complique. El problema es que no todos tenemos tanto dinero y facilidades de recursos, e incluso contando con ellos se pueden llegar a casos de finales no demasiado felices. Intervienen muchos factores no sólo económicos, sino también psicológicos y personales.


- ¿Cuál es la droga más peligrosa? Piénsalo, te doy un poco de tiempo, tic tac, tic tac, tic tac.
No sé qué has contestado, pero te diré un par de datos. En España la sustancia que más muertes directas causa es el tabaco y la que más problemas sociales genera es el alcohol. Entre las dos consumen más recursos sanitarios que todas las demás sustancias.
Dirás que es cuestión de estadística, que hay muchísimos más consumidores de tabaco y de alcohol que de las otras sustancias, así que es normal que los afectados sean más, pero que eso no quiere decir que sean las sustancias más peligrosas. Bien, es cierto, tienes razón. Pero también es conveniente que pienses en lo que te digo.
Ahora, por no eludir mi propia pregunta, te diré que para mí la droga más peligrosa es la heroína, por sus propias características psicoactivas y por la vía de administración que normalmente se emplea. Aunque te advierto que a esa pregunta mucha gente contestaría de otra manera distinta.



- ¿Qué diferencia hay entre tolerancia, dependencia y síndrome de abstinencia? Son esas características que hacen que las drogas tengan esa “pérdida de libertad para dejar de consumirla” de la que hablaba antes. De una manera sencilla:
Se llama tolerancia al hecho de que cada vez tengamos que ingerir más cantidad de sustancia para conseguir el mismo efecto. Se debe a que el organismo cada vez adquiere más eficacia en los procesos de metabolización del producto.
La dependencia se produce cuando ya el organismo se ha acostumbrado a la sustancia y se necesita ingerirla para encontrarse bien. Puede ser física, cuando el organismo ha alterado su metabolismo para “funcionar” con la sustancia y ya “no sabe” hacerlo sin ella. O psicológica, cuando lo que ocurre es que el individuo ha asociado el consumo de una sustancia a una determinada conducta y cada vez que se encuentra en la misma circunstancia consume esa sustancia, pues ya se ha acostumbrado a que las dos ocurran juntas. Es lo que le pasa al fumador que se ha acostumbrado al cigarrito de después de comer y si le falta ese cigarrito parece que no ha comido bien.
El síndrome de abstinencia es el malestar que se produce en el organismo cuando, después de haberle acostumbrado a que funcione con una determinada sustancia, luego se la suprimimos. Es lo que vulgarmente se llama “mono” y el más típico es el de la heroína, aunque aseguran que el más duro es el del tabaco.

- ¿Cuáles son las fases de la adicción? Difiere según los autores. Para mí fundamentalmente son tres:
Inicio, en la que se prueba la sustancia, por diversos motivos, curiosidad, deseo de experimentar sensaciones nuevas, presión del grupo…
Mantenimiento. Experimentamos los efectos agradables de la droga y todavía no se han presentado los desagradables. Se tiene sensación de dominar el problema, de que se puede usar la sustancia y dejar cuando se quiera. Es que lo a veces se denomina como “noviazgo”.
Adicción propiamente dicha. El organismo se acostumbra a la sustancia y luego le resulta difícil prescindir de ella. En muchas ocasiones el motivo de seguir consumiendo no es obtener el placer de la droga sino evitar el “mono”.

Evidentemente no todos los que prueban “drogas” pasan por estas tres fases, algunos las dejan nada más probarlas, otros lo hacen en la fase de mantenimiento, todo depende de las características personales y de las motivaciones del individuo.
Lo complicado viene cuando se alcanza la tercera fase, la de adicción.

- ¿Por qué ha bajado el consumo de heroína?. Afortunadamente, en España la tendencia es a la baja en la mayoría de las drogas de abuso. Respecto a la heroína quizás sea por lo que os decía antes, la percepción de riesgo asociada a esa sustancia se ha visto enormemente aumentada. Primero porque hemos visto muchos ejemplos de gente degradada y destruida por esa droga, que llegan a hacer lo que sea por conseguirla. Y segundo, por las enfermedades asociadas a su vía de administración, hepatitis y fundamentalmente SIDA, aunque también son frecuentes otras infecciones bacterianas que pueden causar lesiones gangrenosas como la fascitis necrotizante que se le forma a Harry en el brazo.



Pensemos que la administración intravenosa de sustancias que se han producido de manera clandestina y sin control en cuanto a pureza, composición e higiene, es muy problemática y que tenemos que contar no sólo con la propia peligrosidad de las sustancias, sino también con la de las impurezas fruto del deficiente proceso de elaboración y las sustancias de corte que se le añaden para aumentar las ganancias.

Un ejemplo, todos hemos leído en ocasiones una noticia que hace unos años era tristemente frecuenta y que nos contaba la aparición del cadáver de un heroinómano muerto por sobredosis, que aún tenía incluso la jeringuilla clavada. Pues bien, en la inmensa mayoría de los casos esa muerte no era por sobredosis, sencillamente porque la cantidad de heroína necesaria para producir la muerte no es soluble en el volumen de una jeringuilla de insulina, que es la que normalmente se emplea. La muerte era producida por una intensa reacción alérgica a las impurezas contaminantes que se inyectó y a las que ya estaba previamente sensibilizado por consumos anteriores.

- Si el problema es la situación asociada a la ilegalidad ¿por qué no se legalizan? Cuando me hacen esta pregunta siempre contesto que afortunadamente no soy yo el que tiene que decidir sobre eso. Reconozco que esto es una manera sutil de eludir la contestación directa: NO LO SÉ.


Por una parte tendría sus ventajas. La pureza e higiene de la sustancia y su elaboración estarían garantizados. La venta controlada, igual que en el tabaco y el alcohol, hay quien incluso afirma que así el estado podría sacar más dinero en impuestos. Las mafias de traficantes dejarían de presionar para el consumo, pues el precio bajaría muchísimo y se podría adquirir las sustancias de calidad garantizada en sitios autorizados.
Por otra parte tendríamos bastantes inconvenientes difíciles de solucionar. Recordemos que hemos dicho que las sustancias que más recursos sanitarios consumen son el tabaco y el alcohol, las ya legales. Tendríamos que evitar que se llegase a lo mismo si se legalizasen las otras. Además tendría que ser una postura tomada coordinadamente por todos los países, por lo menos de un entorno determinado. De lo contrario se produciría un notable “efecto llamada” que generaría importantes problemas, por lo menos sociales. Pensemos por ejemplo en las quejas de los vecinos de los “cofee shop” de Holanda, algo de lo que pocas veces se habla.


- ¿Por qué se habla de drogas ilegales si el consumo no está penalizado?. En España el consumo privado no está penalizado, el consumo en lugares públicos puede conllevar multas de hasta 6.000 euros.
Además se consideran delito el tráfico, el cultivo, la elaboración y cualquier actividad que favorezca el consumo ilegal, pudiendo ocasionar penas de hasta veinte años de cárcel.


- Si el tabaco es legal ¿por qué no lo es la marihuana? Normalmente se añade “que es una sustancia natural, ecológica y terapéutica”. Bueno, la respuesta es la misma de antes: NO LO SÉ, aunque me atrevería a aventurar que es una cuestión cultural.

Me refiero a que el tabaco es conocido y usado en nuestra cultura desde que fue traído de América, hace más de quinientos años. Hemos crecido con él y está insertado en nuestras costumbres y tradiciones. Lo mismo pasa con nuestra otra droga legal, el alcohol. Todas las culturas han fermentado sustancias para obtener bebidas alcohólicas y lo han hecho desde la prehistoria. Difícilmente encontramos actos sociales que se precien en los que no se sirva alcohol.



La marihuana no es culturalmente nuestra, nos ha llegado hace relativamente poco tiempo y, de momento, no está insertada en nuestra cultura, al igual que las otras drogas ilegales que tampoco lo están.
De todas maneras, lo curioso es que se nos añada lo de que es una sustancia “natural y terapéutica” como argumento para justificar su consumo libre.
En primer lugar, que algo sea natural no quiere decir que no sea peligroso. Hay muchísimas sustancias naturales que son mortales, por ejemplo el curare, plantas como la cicuta o setas como la Amanita phalloides.
En segundo lugar, es cierto que se están probando los efectos terapéuticos del Tetra Hidro Cannabinol (THC), la principal sustancia del cannabis. Parece que los resultados son esperanzadores y que quizás en un futuro no muy lejano se puedan incorporar al arsenal terapéutico medicamentos con este principio activo. Los que ahora se están ensayando tienen la forma de aerosol sublingual o de cápsulas de gelatina. En ningún caso se fuma la planta o compuestos de ella.
También tenemos que tener en cuenta que en farmacia hay multitud de sustancias terapéuticas que serían muy peligrosas si su consumo fuese incontrolado.


Por último, no me voy a meter ahora en los efectos psicoactivos del cannabis, pero sí quiero apuntar dos consideraciones finales sobre este tema.
Una, fumar un porro tiene muchos más efectos nocivos que fumar un cigarrillo de tabaco.
Dos, el THC es una sustancia que se acumula en el tejido graso de nuestro organismo y se va eliminando muy lentamente. Un consumidor habitual que deje de fumar marihuana hoy, estará dando positivo en las analíticas de orina para detección del consumo durante un mes.
Resumiendo, una cosa es que el tabaco sea nocivo y sea legal, pero si legalizamos la marihuana estaremos legalizando una sustancia igualmente nociva.

- Si los nativos del altiplano andino necesitan consumir “coca” ¿por qué se dice que es tan mala la cocaína? La coca que consumen son las hojas de la planta “Erythroxylum coca”. Se hace masticando la hoja o en infusión y se ha usado para mitigar las sensaciones de hambre y cansancio. Recordemos que se está a mucha altitud y el cuerpo no responde bien ante la falta de oxígeno. El uso de una sustancia estimulante puede ser de ayuda, aunque no es estrictamente cierto que se necesite, de hecho el consumo fue promovido por los conquistadores españoles para lograr un mayor rendimiento de los nativos.
La cocaína es una sustancia que se obtiene de las hojas de coca, en las que está en una riqueza que no llega al uno por ciento. Es un potente estimulante del sistema nervioso central, actuando sobre la liberación de un neurotransmisor, la dopamina. Su consumo en un principio se restringía a personas de nivel social alto, que también la empleaban para mantener su nivel de rendimiento. Se consideraba que no tenía prácticamente efectos nocivos y que no producía dependencia. Actualmente su consumo se ha generalizado, se ha visto que produce una gran dependencia psicológica y la demanda de atención médica de los consumidores de cocaína ha superado a los de heroína.


- ¿Es verdad que el éxtasis líquido es un medicamento y que tiene muchos menos problemas que el éxtasis en pastillas? El éxtasis es una cosa y la mayoría de las cosas que venden en las discotecas es otra, sea en pastillas o el polvitos para diluir en agua. Son los problemas que tiene el mercado clandestino.


El éxtasis es un derivado anfetamínico ( Metilen Dioxi Meta Anfetamina, MDMA) que tiene propiedades estimulantes y alucinógenas. Se suele vender en comprimidos (vulgarmente “pastillas”) con logotipos troquelados que nos sirven para identificarlas. El hecho de que se venda en comprimidos de apariencia profesional da la falsa seguridad de que es un producto de elaboración controlada, pero en comprimidos de igual forma y aspecto se pueden encontrar muchas variaciones en cuanto a composición y riqueza, lo que puede originar serios problemas de sobredosis.


El llamado “éxtasis líquido” es una sustancia que se utilizó en medicina como anestésico y su uso ha decaído porque es muy difícil de separar las dosis terapéuticas de las tóxicas. Es un depresor del sistema nervioso central (todo lo contrario que el anterior) que tiene por nombre Gamma Hidroxi Butirato, GHB. Se comercializa en polvitos que se disuelven en agua y se beben a sorbos. La dificultad de dosificar una sustancia de estas características es alta y los problemas intoxicación son muy frecuentes.

- ¿Los medicamentos son drogas? Algunos sí otros no. Muchos de ellos pueden englobarse dentro de la definición de droga de la OMS que citaba antes. Pero hay unas características fundamentales de los medicamentos que no hemos de olvidar.
Se prescriben por un especialista, el médico, y se dispensan bajo la supervisión de otro especialista, el farmacéutico, con un fin determinado y con unas pautas de dosificación y tiempo de utilización establecidas.
Si este proceso se respeta, normalmente no hay problemas respecto a la utilización. Si se salta y se consume el medicamento en dosis no adecuadas o cuando no está prescrito, se pueden presentar los mismos efectos y problemas que cualquier droga.

Como ejemplo pensemos en el inteligente y mordaz doctor House, con todo lo listo que es resulta que es adicto a un analgésico con efectos estupefacientes.


Además, hay sustacias que hasta hace relativamente poco tiempo estaban registradas y se utilizaban como medicamento y ahora se han retirado del uso clínico por la gran cantidad de efectos "no deseados" que originan. Es el caso de las ya mencionadas anfetaminas.

- ¿Son malos los tratamientos de adelgazamiento? Hay personas para las que adelgazar es difícil y se recurre a cualquier cosa que ayude a hacerlo, normalmente con mayor rapidez que la adecuada. Si se quiere adelgazar lo mejor es ponerse en manos de un especialista (endocrinólogo) que supervise el proceso.
Lo que ocurre es que ha habido medicamentos que han sido bastante problemáticos, por ejemplo los que llevaban anfetaminas, que podían ocasionar problemas tanto a las personas que las empleaban como tratamiento prescrito, como a aquellas otras que las consumían sin necesitarlo, simplemente porque llevaban dichas anfetaminas.

- ¿Qué postura debemos tomar frente a alguien que decide consumir drogas? A mi juicio lo mejor que podemos hacer es promover el acceso a la información. Los consumidores de drogas manejan mucha información sesgada por los propios interesados en fomentar el consumo y el “boca a boca” de un consumidor a otro tampoco ayuda demasiado. El prohibir conlleva el problema de que normalmente lo prohibido es más apetecible, así que tampoco se arregla demasiado.
Lo mejor entonces es informar de manera clara, imparcial y sencilla sobre las características, efectos y consecuencias de las drogas. No hay que ocultar que estas sustancias pueden producir un placer sumamente intenso e inmediato en el consumidor, pero tampoco que las consecuencias negativas, normalmente más tardías, acaban llegando.

- ¿Qué es la “reducción de daños”?, ¿es efectiva?. Cualquier información que ayude a evitar el consumo “sin ton ni son” es efectiva. Pero cuando hablamos de sustancias ilegales, tenemos que tener en cuenta que su elaboración es clandestina y el control de calidad nulo. Por mucho que se nos informe de las características de una sustancia, difícilmente podremos prevenir problemas si no conocemos la dosis en la que está ni las otras sustancias “de corte” que contiene.

- ¿Cuál es la mejor manera entonces de hacer una prevención efectiva? Pues como he dicho antes, la mejor estrategia es el uso de la información, pero más que facilitar simplemente la información necesaria, hacer que el sujeto genere y encuentre sus propios datos. Uno se convence más fácilmente de la información que ayuda a generar y además no se olvida. De una manera constructivista, mejor que facilitar a alguien respuestas, es ayudarle a que las encuentre por sí mismo. Evidentemente este proceso ha de ser tutelado y las informaciones encontradas han de ser sometidas a discusión y crítica. No todo lo que se encuentre en Internet o se vea por televisión es cierto.
Quizás un ejemplo práctico de lo anteriormente expuesto sea la siguiente actividad creada con Webquest: ¿Qué sabes del cannabis?.



Y para terminar tan musicalmente como empezamos os dejo con un excelente tema del grupo Mecano. Se titula "Esto no es una canción" y la letra merece la pena:


La primera vez apenas me gustó
Fue por la nariz
Por no decir que no
Que el no es de cobardes
Y a los dieciseis
Se prueba como es de hondo
El rio con los dos pies

La segunda vez, me fue gustando mas
Senti su poder
Su sensación de paz
Y a los pocos meses
Me empecé a picar
Yo siempre pensé que lo podria controlar

Lo de dejarlo ya lo intentado mas de una vez
Y mas de cinco y mas diez
Pero no hay forma no hay manera
Con la mierda del caballo no hay quién pueda

Olerla es
Meter los pies

Cuando no quedó ya nada que robarles
Me empecé a chutar
Delante de mis padres
Pero me agobiadan
Venga a preguntar
Dinos hijo mio: Qué es lo que hemos hecho mal

Lo de dejarlo ya lo intentado mas de una vez
Y mas de cinco y mas diez
Pero no hay forma no hay manera
Con la mierda del caballo no hay quién pueda

Si estas enganchao
Te quedan dos de dos
Robar pa comprar
O venderla y sisar
Y las dos terminan antes o después
Con el culo roto y el sida en Carabanchel

Lo de dejarlo
Lo de dejarlo...

Y esto ya sí que estodo por hoy. Espero que todo te haya resultado interesante. Mañana más.

Si te gustó la película y quieres que te avisen si la emiten por televisión, pulsa este enlace.

Saludos,




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domingo, 5 de octubre de 2008

Viaje alucinante al fondo de la mente (tres hurras por el traductor)

Hay investigadores que hacen similitudes entre el cerebro y el universo. Salvando las distancias, la complejidad de ambos es inmensa y dicen que el porcentaje de lo que conocemos de ellos es prácticamente el mismo, apenas hemos empezado a aventurarnos por nuestro entorno más inmediato.

Lógicamente, ese desconocimiento ha provocado siempre fascinación y es un fenómeno común en las culturas el buscar vías para trascender y encontrar explicaciones para los grandes enigmas de nuestra existencia, quienes somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos. Siento que caigo en un tópico, pero es que es así.

Hechiceros, chamanes, brujos, sacerdotes y también científicos han recurrido a todo tipo de mecanismos e instrumentos para profundizar en su conocimiento. Y cuando lo que se investiga es la mente, la consciencia, lo que nos encontramos es sorprendente.

Para reflexionar sobre todo ello, podemos ver la película que en España se estrenó como: “Viaje alucinante al fondo de la mente” (Altered states). Por cierto, me vuelvo a reafirmar en la expresión que encabeza este artículo. ¡Ole! ¡ole! y ¡ole! por el traductor, “¿para qué conservar el insulso título original si a mí se me ha ocurrido uno mejor?”, debió pensar el buen hombre.

FICHA TÉCNICA

Título original: Altered states

País y Año: USA, 1980, se estrenó el día de navidad.

Director: Ken Russel (Tommy, La pasión de China Blue, Gothic, Mahler La sombra en el pasado, La pasión de vivir, El cerebro de un billón de dólares…).

Protagonistas:

- William Hurt (El increíble Hulk, En el punto de mira, El buen pastor, Una historia de violencia, El manantial de la eterna juventud, Dune…).

- Blair Brown (quizás nos suene más por su aparición en algunas series de TV, últimamente Fringey, Ley y Orden, Urgencias y Smallville, aunque también la hemos visto en otras películas como La fuerza de vivir, La sombra de la sospecha, Space Cowboys…).

- Bob Balaban (Sin reservas, Hasta que el cura nos separe, La joven del agua, Ellos y ellas, Truman Capote…).

- Charles Haid (rostro habitual de muchas series de TV como, Nip/Tuk, Mentes criminales, Turno de guardia, Policías de Nueva York o Se ha escrito un crimen).

Música: John Corigliano


Fotografía: Jordan Cronenweth


Premios:

- Oscar: Nominación en 1981 a la mejor música y sonido.

- Saturno (premios de la Academia de Ciencia Ficción y Fantasía): Gana en 1981 el premio a la mejor puesta en escena.

- Globo de Oro: En 1981, William Hurt nominado como artista del año.

Argumento:

Está basado en la novela de Sidney Aron Chayefsky del mismo título (Altered States) y nos cuenta las peripecias de un investigador para profundizar en el estudio de la consciencia. Se trata de Eddie Jessup, catedrático de Fisiología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Cornell.

El profesor Jessup es una persona complicada, hasta los dieciséis años era creyente cristiano, siendo frecuentes en él las visiones místicas. A partir de esa edad, a raíz de la muerte de su padre, pierde la fe y desaparecen las visiones.

Tiene la teoría de que en el fondo de nuestra mente se encuentra no sólo nuestro propio inconsciente, sino el de toda la raza. Si somos capaces de profundizar lo suficiente podremos acceder a los recuerdos de nuestros más remotos antepasados.

Parten del estudio de la esquizofrenia y las alucinaciones que padecen los pacientes. Prueban sustancias como la dimetiltriptamina (DMT), que se encuentra de forma natural en el cerebro como neurotransmisor y se puede extraer de diversas plantas usadas habitualmente en ritos místico religiosos. Tiene potentes efectos psicodélicos y se le atribuye la capacidad de dotar de imágenes a los sueños.


Comienzan a experimentar con cámaras de aislamiento sensorial, primero con estudiantes, pero luego es el propio Jessup el que se empeña en probar en sí mismo lo que se siente. En estas cámaras se empiezan a presentar alucinaciones despues de permanecer algún tiempo en ellas.

Luego Jessup participa en ceremonias chamánicas en las que en una tribu de México, los indios Hinchi, le dan a probar a un brebaje hecho a base de amanita muscaria y otros hongos autóctonos. Se suponía que su alma regresaría a la primera alma, pero sólo tiene unas raras visiones, de las que no sale muy convencido, aunque consigue que le den una muestra de la sustancia para analizarla y sintetizarla y poder seguir experimentando con ella en su laboratorio.


Empleando esa sustancia en el entorno controlado del tanque de aislamiento de su laboratorio, las alucinaciones se van haciendo cada vez más interesantes y profundas. Jessup siente que su consciencia retrocede en el tiempo y quiere experimentar hasta dónde es capaz de llegar.

La investigación se convierte en su obsesión y siente que la regresión no sólo es mental, si no también genética y física. Según sus propias palabras “He dejado de ser un simple observador, me convierto en uno de ellos”.

A partir de aquí nos adentramos en una especie de historia de Jekyll y Hyde, el profesor Jessup y el homínido en el que se convierte. Algo que no queda claro si es una realidad o si es un mal “viaje” del que cuesta salir. Es un aspecto que no me interesa demasiado y dejo el tema a la interpretación de cada uno. En todo caso ya sabéis que en estas páginas tenéis espacio para exponer vuestros propios comentarios.


Lo que fundamentalmente me interesa es reflexionar sobre los recursos que se emplean en el film, las cámaras de aislamiento sensorial y las drogas alucinógenas, como sistemas para estudiar la mente. Ya sé que ambas cosas se investigaron profusamente en los años sesenta y ahora ya no están en uso, pero como experiencia es interesante.

Los tanques de flotación (los que vemos en la película) son muy relajantes y hasta terapéuticos. Otros tipos que implican el aislamiento sensorial total son más inquietantes y se han utilizado incluso como sistema de tortura en interrogatorios. Todo depende del tiempo que te tengan en esa situación y la posibilidad que tengas de salir de ella cuando lo desees.

En ambos casos, el cerebro compensa la falta de estímulos creando vívidas alucinaciones. Por mi parte a veces me he preguntado qué se sentiría en una situación así, incluso me atreví a plasmarlo en un cuento al que, si tienes curiosidad, puedes acceder pulsando sobre el título: "Un momento de ironía". Aunque me temo que si de verdad quiero experimentarlo, me tendré que apuntar a Total Isolation, algo parecido a un reality show que organizó la BBC, sometiendo a un grupo de voluntarios a cuarenta y ocho horas de aislamiento en las instalaciones de un bunker nuclear abandonado. Un "Gran Hermano" un tanto soso, me temo.

El empleo de sustancias para alterar la consciencia es algo que parece estar más a nuestro alcance. Para abundar en ello permitidme que use algunas imágenes del documental "Los pioneros psicodélicos", que emitió el Canal Historia y que narra las experincias de un grupo de investigadores del Hospital Saskatchewan, Canadá. Es un excelente contrapunto a la película.


Como apuntaba antes, muchas culturas las han empleado con fines místicos y religiosos. En la película se nos habla de la amanita muscaria y se nos presenta una región donde está muy extendido el uso del peyote. Pero no hace falta rebuscar mucho para encontrar recursos alucinatorios, cosas que se encuentran habitualmente en nuestra despensa, como la lechuga, la nuez moscada o algunas variedades de salvia lo son. Y si queremos apurar más el tema hay que apuntar que mediante el ayuno y la meditación también se puede llegar a experiencias alucinatorias, como ya descubrieron nuestros místicos.


Pero de lo que quiero hablar ahora es del LSD. Recuerdo que a finales de los 60 si alguien te hablaba de drogas se estaba refiriendo fundamentalmente al LSD. Era la época de la revolución cultural hippy y la psicodelia estaba de moda. Por cierto, esta palabreja, “psicodelia”, se le ocurrió al psiquiatra británico Humphrey Osmond que allá por el año 1956 mantenía correspondencia con el escritor visionario Aldous Huxley. El escritor le había propuesto algunas palabras para definir las experiencias de la mente tras la ingestión de distintas sustancias. A Osmond le gustó la idea, pero propuso una nueva denominación que se basaba en las palabras griegas psique (ψυχη), mente y delein (δηλειν), revelar o manifestar. Así, las sustancias psicodélicas son las que revelan o ponen de manifiesto la mente.


Huxley había escrito en 1932 una novela (Un mundo feliz) que, igual que Orwell, nos presentaba un futuro inquietante en el que, entre otras cosas, la felicidad se lograba mediante la ingestión de una sustancia, sin efectos secundarios, que se llamaba “soma”.

Conoció las investigaciones de Osmond sobre sustancias alucinógenas y en un encuentro que tuvieron en 1952 el psiquiatra le facilitó mescalina, que provocó en el escritor una experiencia inolvidable, fruto de la cual surgió el conocido ensayo “Las puertas de la percepción” y Huxley se convirtió en un convencido defensor de este tipo de sustancias. Recomendaba sobre todo su uso a personas con convicción absoluta en sus ideas, para que comprobasen por sí mismos que existían otras realidades alternativas que quizás merecía la pena explorar.

Como el profesor Jessup de la película, Osmond tenía la teoría de que los esquizofrénicos generaban de manera incontrolada en su cerebro sustancias alucinógenas que les producían la enfermedad. Para estudiar sus efectos y entender lo que pasaba en la mente de los pacientes, empezó a recolectar y estudiar todo tipo de sustancias naturales con esos efectos.

En el Hospital Saskatchewan de Weyburg, Canadá (parece ser que en otros países no estaban dispuestos a admitir sus teorías) formó equipo con otro psiquiatra, el canadiense Abram Hoffer. Juntos iniciaron una línea de investigación que llamó la atención de todo el mundo.


Estudiando cerebros de esquizofrénicos identificaron el adrenocromo, una sustancia procedente de la oxidación de la adrenalina, que tenía los efectos que buscaban, pero que era muy inestable y difícil de manejar en el laboratorio, por lo que siguieron experimentando con sustancias naturales. Y lo hacían sobre ellos mismos, pues era la mejor manera de entender lo que pasaba en la mente de sus pacientes.


Más adelante empezaron a experimentar también con LSD, una sustancia que hacía más de diez años que había sintetizado un químico suizo, el recientemente fallecido Albert Hofmann, trabajando para los laboratorios de Sandoz en Basilea y que era un fármaco poco empleado y altamente potente.


Cuenta el propio Hofmann que estando un día trabajando en su laboratorio se encontró indispuesto y se tuvo que ir a su casa. Se sentía mareado y tremendamente agitado. Cuando se acostó tenía la sensación de estar en un estado de embriaguez, aunque no era desagradable. Lo que le llamó la atención era la fuerza y la viveza de las cosas que imaginaba, en un estado de ensoñación en el que, con los ojos cerrados, podía percibir una corriente sin fin de imágenes fantásticas, pero muy nítidas, como las que se ven en un caleidoscopio. Y en este estado estuvo Hofmann por lo menos dos horas.

Le achacó los efectos a la sustancia que estaba manejando, el preparado 25 de ergot semi sintético a base de dietilamida del ácido lisérgico (LSD-25), producto que en muy pequeñas cantidades produce el "Claviceps purpurea" un hongo que parasita el centeno y que por su forma recibe el nombre de cornezuelo. Es altamente tóxico y en la Edad Media había provocado muchísimas muertes, algunas asociadas a alucinaciones y locura.

Hofmann pensó que si ni siquiera había ingerido la sustancia y le había provocado esos efectos, es que debería ser muy potente. Así que puso en práctica su teoría ingiriendo 0,25 miligramos de LSD, una cantidad que sería bastante pequeña para cualquier otra droga pero que a nuestro avispado químico le produjo catorce horas de alucinaciones.

Sus compañeros de Sandoz casi no creían lo que Hofmann les contaba así que lo probaron también, con idénticos resultados.

Hoffer y Osmond empezaron a trabajar con LSD en 1952, primero empleándolo ellos mismos (parece algo recurrente esto de que los investigadores de sustancias alucinógenas las empleen ellos mismos ¿por qué será?) y después en sujetos sanos, con el conocido objetivo de saber qué pasa en la mente de un esquizofrénico. Se probaron también distintos tratamientos para paliar estos efectos en los sujetos experimentales, pensando que si se tenía éxito también se podrían aplicar a los pacientes verdaderos.


Declaraciones de Abram Hoffer


Sus investigaciones llamaron la atención de mucha gente, entre ellas el conocido psicólogo estadounidense Duncan Blewett.

En 1954 empezaron a trabajar con alcohólicos. La idea era que el LSD les podría hacer experimentar, antes de que ocurriera definitivamente, la psicosis que les esperaba si seguían consumiendo. Los resultados que obtuvieron fueron sorprendentes y contrarios a las predicciones. Los alcohólicos tuvieron trascendentes experiencias positivas en las que comprendieron sus motivaciones hacia la bebida y en las que experimentaron por sí mismos que existen alternativas diferentes, que están al alcance de cualquiera y que para ser feliz no es necesario huir de la realidad en la que se vive y mucho menos emborracharse.

De los tres mil alcohólicos severos con los que trabajaron se recuperaron aproximadamente la mitad, todo un éxito sobre todo teniendo en cuenta que Alcohólicos Anónimos recuperaba la quinta parte.

Parecía que se abrían las puertas de la terapia psicodélica con perspectivas esperanzadoras. En 1959 el psicólogo Blewett y el médico Chwelos publicaron el "Manual Terapéutico para el uso de la Dietilamida del Ácido Lisérgico-25", la obra más completa que existe todavía sobre el tema.

En los años 60 la revolución contracultural hippy popularizó el uso del LSD, habiendo gran cantidad de personajes populares y de prestigio favorables a su uso. Como el psicólogo Timothy Leary, profesor de la Universidad de Harvard, que más que favorable, era entusiasta acérrimo.


El problema es que el LSD es una sustancia peligrosa y que no se puede emplear de manera general y sin un cuidadoso control. Pero cuando algo es muy popular es también muy difícil de controlar. Empezó fabricarse de manera clandestina, con todos los problemas que ello conlleva respecto a la pureza y riqueza de un producto de semejantes características.

En la prensa se empezaron a airear casos de malas experiencias con LSD, psicosis permanentes e incluso suicidios. La controversia afectó a las investigaciones y al mismo tiempo que se disminuía el acceso a la droga legal, aumentaba la facilidad con la que se conseguía el producto clandestino, siendo muy popular entre los universitarios norteamericanos.

Su uso clínico se prohibió en 1962, quedando como sustancia experimental, con la que se puede investigar pero no usar terapéuticamente ni mucho menos comercializar.


El gobierno de Estados Unidos dictaminó en 1966 que la tenencia de LSD era delito y en 1967 lo hizo el de Canadá. Los trabajos del Saskatchewan quedaron suspendidos.

En España, actualmente su uso es clandestino, estando penalizado su fabricación, tráfico y tenencia en cantidades mayores que las del consumo propio.

Y hasta aquí estas reflexiones sobre la experimentación con sustancias alucinógenas. Si te interesó la película y quieres que te avisen cuando la emitan por televisión, pulsa este enlace.

Si te interesa saber más sobre las experiencias del hospital Saskatchewan te recomiendo que busques el documental “Los pioneros psicodélicos”, lo emitió el Canal Historia.

Si quieres leer algo sobre drogas en general puedes consultar el libro “Drogas y Cerebro”, Solomon H. Synder, Prensa Científica, Barcelona 1992.

Y no se te olvide visitar la página de Antonio Escohotado sobre la Historia General de las Drogas.

Saludos,



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